quarta-feira, 24 de dezembro de 2008

Anjos da guarda em carne e osso!



Há 10 anos percorri o Caminho de Santiago.
Hoje, na véspera de natal, ganhei um maravilhoso presente de um irmão peregrino. Ele me enviou o diário de bordo dele!!
Muito estranho ter sido transformada numa personagem de um livro!






Muito diferente a sensação de ver a mesma coisa através do olhar do outro e principalmente ler como o outro nos vê!!
Ri muito, muito! Realmente eu era a última a chegar, sempre acabada, machucada, nervosa, kkkkkkk percebo que nada mudou!! kkk sou pra lá de exagerada!! Deus Meu!
Mas fiquei feliz também em relembrar de certas atitudes boas, além dos meus dramas!!
Foi um grande presente de Natal....
Este crucifixo ele levava no pescoço e meu deu como lembrança!
Eu preciso dizer que como eu estava muito debilitada física e emocionalmente, fui parar em um hospital em Lugo. Me encontrei com o grupo dias depois, mas eu não tinha condições de caminhar no dia seguinte por 40 km até Santiago. Patxi carregou a mochila dele e a minha por todo o percurso, como na foto!! E como se vê, o tênis não dele não é apropriado para caminhadas e ele estava com a perna bem machucada! Dívida eterna com um grande amigo!!

Obrigada Patxi,
Besos,
Cynthia

".....Tras hacer la colada, me dispongo a salir hacia el pueblo, donde he quedado con Javi para comer, cuando se presenta la brasileña. Viene reventada. Le ayudo a descolgar la mochila. Cuando entra en recepción se oyen gritos. No hay sitio en el refugio, así que tiene que buscar otro alojamiento. La pobre está desencajada y no cesa de llorar.
La acompaño al cercano albergue del Jato. Aquí, sí se puede quedar. Está agotada. Se tumba en una especie de camilla y le masajean las piernas. Voy al bar a por una coca cola para que se refresque. Cuando se tranquiliza le acompaño al gallinero. No dispone de literas, sólo unos colchones en el suelo. Cynthia quiere descansar. Le prometo que después de comer iremos a visitarla.


Visitamos a la brasileña. Le hemos comprado helado y la chica agradece el detalle. Se encuentra mucho mejor. Javi se marcha enseguida y permanezco un rato con la moza. Es una mujer encantadora

En el mesón El Acebo paramos a almorzar. La empanada de carne, exquisita. Me como dos. Poco a poco va llegando "la peña el retraso": los ilicitanos (Eva y José Mari), los de Algorta, madrileñas, etc. Cynthia llega bastante maltrecha. Se ha caído y tiene un ojo morado.
Cynthia no quiere levantarse. Está muy desanimada y no tiene intención de seguir la peregrinación. Intento convencerla, pero ella sigue decepcionada y no da su brazo a torcer. Javi viene en mi ayuda, y le da la vara para que continúe. Entre los dos, casi tenemos que volcarla de la cama para que se levante. De mala gana, accede a nuestras pretensiones. La voy a acompañar durante toda la jornada. El maño irá con el grupo de Jorge.

Me levanto a las seis. Intento despertar a la brasileña pero se hace la remolona. Como le cuesta mover, aprovecho para desayunar. Comparto mesa y comida con el grupo de Jorge y Javi. Aunque cada cual va a su ritmo, solemos juntarnos para almorzar y comer.

La tarde la paso en la orilla del río. Hay una zona arbolada, con jardín, columpios y otros aparatos para que jueguen los niños. Debajo del puente han preparado una especie de piscina. Me gustaría bañarme pero el agua está muy fría. En un riachuelo cercano (una especie de acequia de desagüe del río) aprovecho para escribir un par de postales y, de paso, relajar los pies. Presas de la envidia enseguida se acercan Javi, Yasko y Cynthia.
Me sorprende la brasileña. Es de Sao
Paulo. Domina varios idiomas: inglés, francés, español, portugués y creo que también italiano. Tiene una agencia de viajes. Anteriormente trabajó de relaciones públicas en el Moulin Rouge de París. Ha escrito una guía de la capital francesa. Mientras estábamos paseando, ella se ha entretenido intentando recuperar a un perro que estaba destrozado. Lo acariciaba, le daba de comer e incluso le transmitía energía para curarlo.


A las 6,45 comienza la marcha. Por el asfalto, enseguida va quedando atrás el nido de hospitalidad de O Cebreiro. La subida por los montes do Rañadoiro aún no ha concluido. Primero viene el alto de San Roque, 1270 metros de altitud, marcado por un enorme monumento al peregrino. En la aldea de Liñares, Cynthia se para. Quiere hablar conmigo. Me pide que la deje continuar sola, ya que, según ella, no hace más que ralentizar mi ritmo. Dos besos de despedida y continúo en solitario. Me hubiese gustado seguir con esta chica. Es todo cariño, comprensión, amabilidad y delicadeza. Siempre sonriente y contagiando su buen humor. No quiero mirar hacia atrás porque no las tengo todas conmigo. Alguna lágrima resbala por mis mejillas¨...."

"...........En la sobremesa, y pegándole al orujo, decidimos que la etapa de mañana no acabará en Arca, sino que llegaremos a Santiago. La brasileña no está recuperada todavía. Eso sí, tiene muchas ganas de entrar en Compostela con todos nosotros. Le hago el siguiente trato: si ella se compromete a completar los kilómetros que restan, yo le llevaré la mochila.
Mañana espera una dura jornada, así que pronto a descansar. Cynthia, que
está en la litera de al lado, me cuenta su peripecia en Lugo y algunas cosas más. Como la conversación se prolonga, tengo que cortar. Antes de retirarnos a dormir, tomamos alguna copa. Después del palizón de hoy, más que cansado, estoy agotado. Sólo por ver la cara de alegría de Cynthia al reunirse con todos los colegas ha merecido la pena tanto esfuerzo.


16 Agosto 1998

Hoy es un día especial. Al levantarme me siento un poco raro. Echo en falta la monotonía de las jornadas anteriores: desayuno, preparar la
mochila, comenzar a caminar.... Tras la ducha, salimos a por la Compostelana, diploma acreditativo de haber completado el camino. También si haces 100 kilómetros a pie o 150 en bicicleta. Hay mucha gente esperando. Pedimos la vez y aprovechamos para desayunar en un bar cercano.
Después del papeleo nos dirigimos a
la catedral para asistir a la misa del peregrino. Antes, hay que cumplir con el ritual. Primero, en el pórtico de la gloria, apoyar las manos, pedir un deseo. Abrazamos al Santo y damos una vuelta por el templo. La misa, muy emocionante. Se leen plegarias en diferentes idiomas. Cynthia lo hace en portugués; Pierre, de Le Puy, en francés; otros peregrinos lo hacen en inglés, polaco, etc. Uno de los concelebrantes es sevillano. Formaba parte de un grupo con el que


El Camino de Santiago desborda con creces el concepto que uno pueda tener de una cinta de tierra tendida entre dos puntos geográficos, o el de una andadura un tanto romántica y pintoresca de unos cientos de kilómetros. Pensar así es desconocer por completo la realidad, porque el Camino de Santiago es algo incomparablemente mayor, es mucho más que un camino.
Sumergirse en esta corriente peregrina, participar de los mismos anhelos e inquietudes de quienes la diseñaron, vivir intensamente aquellos sentimientos de fraternidad
y de esperanza...es una experiencia que bien vale la pena intentar alguna vez en la vida.
Sé que ha merecido la pena el Camino. Viene a mi memoria un párrafo del libro "El peregrino de Compostela" (regalo de Cynthia), obra del escritor brasileño Paulo Coelho, y que transcribo literalmente:
"De todas las formas que el hombre encontró para hacerse daño a sí mismo, la peor de todas fue el Amor. Siempre estamos sufriendo por alguien que no nos ama, por alguien que nos abandonó, por alguien que quiere dejarnos".



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